BAJO, MOROCHO, Y CON UN ZAPATO NEGRO...

"Sr. Presidente... ¡Despierte!", dijo el secretario privado del Presidente.
El nombre de este lacayo de lujo (me refiero al secretario...), sería, en el mundo de la narración literaria, Edwin Zambrano. Digamos que mide 1.73 m y es para su país un hombre bastante más alto que el promedio.

Ya estaba impecablemente trajeado con un terno gris oscuro y corbata de seda roja con detalles de caballitos de polo en dorado (Brooks Brothers, 346 Madison Ave, New York), pero... ¡gotas de transpiración perlaban su frente!

El Presidente despertó, se acomodó el pijama que se había torcido 45 grados durante el sueño, y al enfocar la vista en la cara de su secretario, SUPO que había problemas.
Y serios.

"Edwin, ¿qué ha pasado, Auca, amigo... ? ¿La guerra civil ha estallado?", dijo definitivamente despabilado el mandatario.
("Auca", en idioma Araucano, significa: "Che", "Gente").
(Lo pongo para que vean qué informada me mantengo).

"Presidente, disculpe lo moleste, pero tenemos una crisis que necesita de toda su atención..."

El Presidente venía de declarar "Persona Non Grata" al embajador de los EE.UU., por lo cual su nivel de stress pasó a "DEFCOM 2".
Menos mal que no era el Presidente de EE.UU.

Mientras estos tontos pero lógicos pensamientos propios de un despertar sobresaltado se despejaban, escuchó a su secretario:
"Presidente, me temo hemos sufrido un atentado directo a la dignidad presidencial, ¡algo irreparable!"

Imaginen al presidente indígena, de la nación más pobre del continente potencialmente más rico que existe en el mundo (excepto Surinam, que es donde yo creo viven los extraterrestres que dirigen el mundo, ya que NADIE sabe un joraca dónde queda y cómo se vive ahí...), levantarse pálido y tembloroso imaginando a un General hablando pestes de él en Cadena Nacional...
"Bueno, Huerenchu, amigo mío, dime, ¿qué ha pasado?" ("huerenchu": calificativo amistoso si los hay, si realmente existiese...).

"Sr. Presidente: ¿Usted es conciente que mañana tenemos agendada una de las más importantes reuniones, a la cual le ha dado una particular preparación?"

"Es verdad, es una de las más importantes reuniones. ¡El Rey de España Juan Carlos de Borbón! Es la primera (y quizás última) vez que viene a nuestro país, y no habrá otra oportunidad igual para solucionar el problema de los inversores españoles...", concluyó el mandatario.

"Excelencia, es mi obligación decirle que alguien ha robado su zapato derecho, ¡Su Misericorde Inca-Huasi!"

"¿Mi zapato derecho?", dijo perplejo el morocho presidente. "¿Cómo mi zapato derecho? ¿Está usted loco, Aymara...?" (Ni idea que puede significar "aymara", pero ¡suena bien!) .

"Tenemos una reunión 7 a.m., ¡Oh, Gran Tehuelche!" ("Tehuelche": "Locuras de Isidoro", 1976) ... y Su Santidad no puede presentarse sin el calzado correspondiente, ¡va en contra del protocolo...!"

El Presidente miró en derredor, con aire resignado.
La CIA le había jugado más sucio de lo que él podía imaginar.
"¡Muerte al Imperialismo!", juró por sus Dioses Sagrados, antes de autoinmolarse, ya que prefería la muerte a la violación del protocolo diplomático...


(Nota: esta "entrada", iba acompañada al final por un artículo periodístico sobre el libro "Jefazo". En un programa de Raquel Daruech en la "Televisión Nacional" (o como sea que se llame ese canal cuando usted lea este artículo), entrevistaron al autor, y el tipo contó que Evo Morales usaba zapatillas, calzado deportivo por lo general, y que tenía únicamente UN SOLO par de zapatos de vestir. ¡Pero no lo pude encontrar en Internet!.)